San Antonio de Guerra. Las carreras de motocicletas sin lugar a dudas representan un peligro no solo para los que hacen la competencia, sino para los transeúntes y los espectadores.
Recientemente en este municipio murieron dos jóvenes por esta causa, pero son más de 10 vidas las que está desenfrenada práctica ha cobrado.
Los escenarios son múltiples, La autopista de Samaná, La carretera Guerra- Bayaguana, La carretera Mella, Las Américas, entre otras.
El estilo más corriente de estos competidores es disponer de una moto “preparada” para correr a grandes velocidades, suprimir el silenciador y guardalodos, y una vez en marcha, se tienden como si se tratara de una camilla sobre el vehículo para acelerarlo hasta el fin y obviar la brisa.
En estas competencias, donde con frecuencia mueren jóvenes de la manera más aparatosa e instantánea, los motociclistas hacen el papel de gallos de pelea y los apostadores en las aceras hacen el negocio perverso, confundidos entre cientos de espectadores de todas las edades que se exponen a accidentes.
No obstante, los jóvenes saben que estas competencias los pueden llevar a la muerte y aún así continúan en su afán por correr aunque sus familiares se llenen de luto y dolor.
Dichas competencias están a la vista de todos, las autoridades no se enteran o simplemente no las enfrentan por complicidad o temor.
Fotos: Fuente Externa