El dominicano Pedro Martínez exaltado al Salón de la Fama del Béisbol de EEUU

Pedro G. Briceño. Cooperstown. Listín Diario

Como si la mano de Dios haya bendecido e iluminado su exaltación a Cooperstown, los dos principales momentos de Pedro Martínez vistiendo el traje de inmortal fueron en días de gran regocijo para la República Dominicana. Primero, cuando recibió la llamada que lo aseguraba en el gran templo la misma se produjo el Día de Reyes, donde los niños festejan el regalo de sus juguetes, mientras que este domingo, en la fecha de su exaltación se conmemora el Día de los Padres. “Al parecer Dios me sigue guiando por los mejores caminos, pues recibí estas dos gratas noticias en fechas de gran regocijo para la República Dominicana”, expresó Martínez durante su exaltación definitiva a la inmortalidad de Cooperstown. “Hoy es una fecha de fiesta en mi país, por dos razones primero se celebra el Día de los Padres y también he sido exaltado al Salón de la Fama y esto tiene una doble celebración”, señaló el ya inmortal en su discurso de unos 35 minutos, el cual compartió entre inglés y español. Aunque la primera parte de su discurso se produjo en inglés, al inicio de su intervención saludó con un “hola, hola” como dejando saber que el mismo tendría su espacio para lo jocoso, como de esta manera aconteció, pues a la efectividad que siempre mostró en su carrera agregó esta parte alegre que llevó a las Mayores desde que era un novato, quien apenas había firmado con los Dodgers de los Ángeles. Pedro, como un ciudadano ejemplar que es, brillante hijo y un padre que se dedica a sus hijos, sacó gran espacio de su discurso para hablar de la familia, cuya condición de gran triunfador en el béisbol lo llevó a convertirse en la cabeza de ese tronco familiar que procrearon sus padres, Paulino Jaime (fallecido) y Leopoldina Martínez, madre. “Sin el soporte de mi familia nunca hubiera podido cosechar los frutos que alcance, ellos representaron mi fuerza e inspiración para convertirme en un lanzador eficiente en las Grandes Ligas”, señaló Martínez, quien tuvo a la mayoría de los miembros de su familia en el ceremonial. De su progenitora dijo que siempre fue un gran soporte para él y quien nunca se descuidó que le faltara nada, de su hermano Ramón externó que fue ese gran segundo padre, quien lo guió por los mejores destinos dentro y fuera del béisbol. Asimismo, tuvo palabras de agradecimientos para su esposa Carolina Cruz, a quien calificó como una mujer súper ejemplar. En el ceremonial se encontraban sus hijos Achi, Jerito, Isaias, Pepo entre otros.

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