Washington. EFE
El Banco Mundial (BM) prevé que las remesas de inmigrantes a los países en desarrollo alcancen los 435.000 millones de dólares este año, un leve repunte del 2 % respecto a 2014, frenadas por la debilidad de las monedas locales respecto al dólar, especialmente el rublo ruso. El último informe sobre «Desarrollo y Migración» del organismo mundial, publicado hoy, indicó que el ritmo de crecimiento en las remesas de los inmigrantes a sus familias en países en desarrollo se ralentizó tras el 3,3 % anual registrado en 2014 y el 3,6 % de 2013.
En concreto, la región que se verá más afectada es la de la Europa y Asia Central, donde se espera que los flujos se reduzcan un 18,3 % este año, en gran medida debido a la fuerte depreciación del rublo respecto al dólar estadounidense y la contracción de la economía rusa. La moneda rusa ha perdido cerca de un 50 % de su valor respecto a la estadounidense en los últimos dos años, y casi un 40 % respecto al euro en ese mismo periodo.
Por su parte, en América Latina, una zona particularmente dependiente de la situación económica de EE.UU., se calcula que el crecimiento este año será de un 5,2 %, hasta los 67.000 millones de dólares, frente a los 64.000 millones de 2014. En 2015, la mayor parte (25.700 millones) irá con destino a México, seguido por Guatemala (6.400 millones), República Dominicana (5.000 millones), El Salvador (4.500 millones) y Colombia (4.400 millones de dólares. No obstante, por porcentaje del PIB, los países más dependientes de los envíos externos continúan siendo Haití (22 %), Honduras (18 %), El Salvador (17 %) y Jamaica (16 %).