Diario Libre

Con la desaparición de las plantaciones de caña de azúcar como medio de sustento de la mayoría de las comunidades del municipio San Antonio de Guerra, terrenos de amplia extensión quedaron abandonados, porque munícipes entendían que no tenía sentido cultivar productos agrícolas, sino tendrían un espacio donde comercializarlos. Pero el panorama ahora se torna distinto. Con la construcción del primer mercado municipal en esa demarcación, los habitantes podrán preparar esas tierras, y comenzar a sembrar granos, víveres y vegetales, para posteriormente ofrecerlos en venta.
Y es que, con una inversión de RD$11 millones, el Gobierno, a través del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, inició en diciembre pasado el levantamiento de la edificación, que tendrá 32 cubículos y unas 100 mesas.
La información fue ofrecida a DL por la alcaldesa de Guerra, Martina García, quien aseguró que la puesta en operación de la plaza comercial, generará más de 200 empleos directos e indirectos.
«El producto va a llegar a más bajo precio al consumidor, porque ya no habrá que ir al mercado de la Duarte, ni traer yuca de Moca, ni traer habichuela de San Juan, porque nosotros podremos cultivarlos y venderlos en nuestro propio mercado», manifestó.
Para la funcionaria municipal, el mercado «viene a sacar un poco del olvido a nuestro municipio, porque ya instituciones del Estado se están interesando por nosotros».
Al ser cuestionada sobre la fecha en que estaría lista la plaza, informó que se trabaja «a toda máquina» para que entre finales de marzo o principios de abril sea inaugurada.
Comunitarios dicen es una obra prioritaria
«Los agricultores no tienen garantía de mercado. Este será el lugar idóneo para que los agricultores lleven allí sus productos… porque a veces usted produce sus productos, pero no tiene mercado», comentó Ramón del Amparo, presidente de la Junta de Vecinos del sector El Valentín, de la sección Mata de Palma.
A su entender, el mercado producirá la dinamización de la economía en ese empobrecido municipio. No obstante, espera que los locales sean repartidos de manera equitativa.
El dirigente comunitario Freddy Florencio opinó: «El mercado será una opción para que la gente pobre y humilde tenga un sitio donde lograr alimentos a precios baratos». Sin embargo, fue enfático al alertar que un «grupito» pretende apropiarse de la plaza comercial, para impedir que los «verdaderos» productores se desarrollen.