París. Agencias
Más de un millón de personas desbordó ayer las calles de París en una manifestación sin precedentes llena de emoción que, a menudo entre aplausos, reivindicó la libertad de expresión y la tolerancia frente al extremismo terrorista. También otras ciudades de Francia, Europa y todo el mundo se unieron a la movilización. “Toda Francia está de luto”, dijo el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. La convocatoria de ayer congregó a más 3.7 millones de personas en toda Francia, según estimaron los organizadores. Durante unas horas la ciudad se convirtió en la capital del mundo, con la presencia de casi medio centenar de líderes políticos extranjeros que encabezaron la marcha, más de un millón de ciudadanos anónimos que expresaron, en silencio, con pancartas y cantando la Marsellesa, su conmoción por los atentados yihadistas de esta semana en Francia. La canciller alemana, Angela Merkel, el presidente español Mariano Rajoy, y los primeros ministros británico e italiano, David Cameron y Matteo Renzi, estuvieron entre los líderes extranjeros que asistieron a la marcha con Hollande. También participaron el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, o el líder israelí, Benjamin Netanyahu (con quien el presidente francés visitó después la Gran Sinagoga de París -donde fueron recibidos con una ovación- y que, previamente, había alentado a los franceses judíos a emigrar a Israel). Y el presidente palestino, Mahmoud Abbas