
Ramón Arturo Guerrero. Amigo del Hogar, febrero 2014. Luego del funeral de Nelson Mandela el pasado 15 de diciembre, que congregó a africanos y no africanos para rendir tributo a ese gigante de la historia, África sigue siendo noticia, pero por nada bueno. No bien termina o se apacigua un conflicto en algún lugar del continente, surge otro, sin contar los que nunca se acaban como los de Somalia, Etiopía, Angola, Egipto, Sudán, Chad, Libia, Malí.
Conflicto en la República Centroafricana
Desde su independencia formal, proclamada el 13 de agosto de 1960, la República Centroafricana (RCA) nunca ha sido estable. Los seis presidentes que ha tenido el país: David Dacko, Jean Bedel Bokassa, André Kolingba, Ange Félix. Patassé, Francois Bozizé, Michel Djotodia se han sucedido mediante golpes de estado o rebeliones, a cual más sangrienta. El último golpe, el 24 de marzo de 2013, sumió al país en un caos total, lo que dio lugar a la intervención militar de Francia, apoyada en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
A pesar de sus abundantes recursos, como las reservas de uranio de Bakouma, petróleo en Vakaga, oro y diamantes, así como maderas, energía hidroeléctrica y tierras de cultivo, la República Centroafricana (4.4 millones de habitantes en 2007) es uno de los países más pobres del mundo y se encuentra entre los 10 más pobres de África. El Índice de Desarrollo Humano es de 0.343, que la coloca en el puesto 179 de los 187 países con datos registrados.
El conflicto actual se inició con la rebelión liderada por Michel Detodia después de la llegada al poder del presidente François Bozizé en 2003. Pero los antecedentes van más atrás. El 28 de mayo de 2001 una facción de 600 militares, encabezada por el ex presidente André Kolingba, intentó un golpe contra el presidente Ange-Félix Patassé; la intentona fracasó y tras semanas de lucha el 7 de junio las fuerzas del gobierno (unos 4 mil hombres) con apoyo de tropas libias recuperaron el control de la capital, capturando a la mayoría de los golpistas. El 26 de octubre Patassé ordeno al comandante de sus fuerzas armadas, el entonces general Bozizé renunciar produciendo enfrentamientos entre partidarios de ambos, viéndose Bozizé obligado a escapar a Chad. En agosto de 2002 se reanudaron los combates en la frontera chadiana. En octubre las fuerzas de Bozizé tomaron la mayoría de la capital Bangui hasta ser rechazadas por las tropas leales al gobierno apoyadas por libios y milicianos leales a Jean-Pierre Bemba; sin embargo, Bozizé se impuso y el 15 de marzo de 2003, con unos mil hombres, tomó la capital y se declaró presidente. Miles de rebeldes marcharon a Bangui el 8 de noviembre de 2006 enfrentándose a las tropas del gobierno.
Las negociaciones resultaron en un acuerdo de reconciliación en 2008, un gobierno de unidad, y elecciones locales en 2009 y elecciones parlamentarias y presidenciales en 2010; el nuevo gobierno se formó en enero de 2009.
Según Naciones Unidas, los últimos episodios de violencia han dejado más de 400,000 desplazados internos y más de 60,000 refugiados, es decir, 10% de la población del pais.
A enero pasado, el conflicto actual puede resumirse así: Los grupos armados Seleka defienden el poder de Michel Djotodia. Están formados por la Unión de Fuerzas Democráticas por la Unidad, la Unión de Fuerzas Republicanas y la Convención de Patriotas para la Justicia y la Paz. Atacan sobre todo barrios cristianos. Junto a ellos combaten mercenarios de Sudán, Níger y Chad. Por otro lado, se han formado grupos de autodefensa conocidos como antibalaka (antimachete) que se oponen a Djotodia. Estos atacan barrios de ascendencia musulmana. Son milicias pro Bozizé o grupos contrarios a milicias extranjeras a quienes perciben como extraños.
Conflicto en Sudán del Sur
El actual conflicto militar de Sudán del Sur comenzó el 14 de diciembre pasado cuando una facción del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, del vicepresidente Riek Machar, intentó un golpe de Estado contra el presidente Salva Kiir; este afirmó que el intento fue sofocado el día siguiente, pero el 16 se reanudó la lucha y el conflicto proseguia en enero.
Tras el inicio del conflicto y a iniciativa del presidente de Kenya, Uhuru Kenyatta, y el primer ministro de Etiopía, Hailemariam Desalegn, algunos líderes del África Oriental dieron el 27 de diciembre a las facciones guerrilleras del Sur cuatro días para establecer un alto el fuego, advirtiendo que tomarían medidas para detener el conflicto militar en caso de fallar el armisticio.
Abusos y masivas ejecuciones han sido cometidas por motivos étnicos en contra de la población civil en Sudán del Sur, de parte tanto de las fuerzas del gobierno como de los combatientes de la oposición, denunció Human Rights Watch (HRW), a mediados de enero. “Espantosos crímenes han sido cometido contra civiles sin ninguna otra razón más que por su etnicidad”, explicó Daniel Bekele, director de África para HRW. El informe destacó que entre el 15 y 17 de diciembre pasado se reportaron masivas ejecuciones de hombres de la etnia Nuer a manos de las fuerzas del gobierno en la capital sudsudanesa de Yuba, incluyendo la muerte de entre 200 y 300 hombres en el barrio de Gudele. Basado en más de 200 entrevistas a víctimas y testigos, el informe también documentó que civiles fueron ejecutados en otras parte del país sólo por ser de la etnia Dinka, a la que pertenece el presidente Salva Kiir. Machar es nuer y Kiir es dinka. Los dos líderes estuvieron unidos militarmente durante la Segunda Guerra Civil Sudanesa (1983-2005), en la que murieron dos millones de personas.
El largo brazo de las potencias
“En 10 años Francia perdió la mitad de su parte del mercado en África Subsahariana» reconoció Pierre Moscovici, ministro de Economía, durante su ponencia el 4 de diciembre en el fórum económico franco-africano que congregó a 560 empresarios franceses y africanos, ministros y 26 jefes de Estado para tratar de salvar la posición de Francia en África. «África es una oportunidad para Francia», agregó el ministro de Finanzas. Por eso, es difícil de creerle al presidente François Hollande que la intervención militar en la República Centroafricana sea, como él afirmó, una reacción «humanitaria» para salvar un «pueblo que sufre y que nos llama». Para desmentir a Hollande y avizorar las reales motivaciones de Francia está la presencia de las compañías francesas Areva, Total, Bollore, France Telecom y otras, que son quienes dictan la ley en la RCA. El ejército de Uganda, asesorado por EEUU, también es un actor activo en la RCA, donde trata de combatir al grupo rebelde ugandés Ejército de Resistencia del Señor liderado por Joseph Kony, el líder guerrillero acusado por la Corte Penal Internacional de crímenes de lesa humanidad.
Las intenciones de las potencias son menos ocultas con relación a Sudán. La República de Sudán del Sur surgió en julio de 2011 después de que la mayor nación-estado de África, la República de Sudán, se dividiera bajo los auspicios del gobierno de Estados Unidos, que actuó con el objetivo de controlar los recursos energéticos de esa vasta zona. Por más de una década antes de la partición de Sudán, las compañías petroleras estadounidenses estaban excluidas en gran medida de la producción y distribución del petróleo en este país. La mayor parte de las concesiones petroleras allí las tenían China y otros países de Oriente Medio y Asia. Los informes contradictorios sobre quién controla las zonas productoras de petróleo han causado gran preocupación a EEUU y a otros gobiernos occidentales
El presidente Barack Obama ha advertido que debido a la persistente amenaza de guerra civil que viven los sursudaneses, luego de que cuatro soldados estadounidenses fuesen heridos, su gobierno podría intervenir en Sudán del Sur, informó El País. La administración Obama ya ha enviado tropas a Sudán del Sur, supuestamente para evacuar a sus ciudadanos y ayudar a las fuerzas de las Naciones Unidas. Japón también ha expresado interés en la construcción de un oleoducto para permitir que el petróleo sur sudanés atraviese por la vecina Kenia, en un esfuerzo por circunvalar el gobierno de Jartum.
La pesada herencia colonial
Es cierto que el vacío de poder y seguridad amenaza con convertir a la República Centroafricana en el último estado fallido del continente. Al haber desaparecido el poder estatal, existe el riesgo de que la RCA sea un refugio para el Ejército de Resistencia del Señor y las milicias sudanesas. Pero, Occidente parece olvidar que África arrastra la pesada herencia que le dejó su pasado colonial. Por jemplo, la región de África central que hoy ocupan Sudán, el Congo y la República Centroafricana, antes de la llegada de los europeos era una inmensidad prácticamente cubierta en su totalidad por bosques. El esclavismo estuvo omnipresente en las mesetas centroafricanas durante todo el siglo XIX. El éxito económico alcanzado por las concesiones a compañías privadas por parte del rey Leopoldo II de Bélgica en el Congo convenció al gobierno francés en 1889 de otorgar a 17 compañías privadas grandes concesiones dentro de la región Ubangui-Chari
A cambio de los derechos sobre esas tierras, las compañías se comprometieron a pagar impuestos al Estado francés y promover sus concesiones. Las compañías utilizaron agentes europeos y africanos, quienes aplicaban métodos brutales y atroces para explotar a los trabajadores nativos.